Los caballos prefieren vivir de manera natural en manadas, pero en la actualidad los caballos de competición muchas veces no están sueltos con otros caballos por miedo a que se lesionen. Unos investigadores nórdicos se pusieron manos a la obra a cuantificar la incidencia y gravedad de las lesiones en caballos que viven en grupos.
Método de estudio
En total, 61 grupos (233 individuos) se incluyeron en el estudio que se llevó a cabo entre septiembre de 2007 y noviembre de 2008. Se estudió a caballos que vivían en el exterior siempre y en periodos de 6 semanas cada vez. Los investigadores asignaron los caballos a cada uno de los diferentes tipos de grupos para ver si esto tendría algún efecto en las lesiones.
Los tipos de grupos eran: grupos del mismo sexo, grupos de ambos sexos, grupos de edades similares, grupos de edades mezcladas, grupos estables (grupos que se mantenían igual durante todo el periodo del estudio) y grupos dinámicos (un caballo salia y se incorporaba un nuevo caballo cada semana).
Reactividad de los caballos en grupos
Además de registrar las incidencias de las lesiones, los investigadores también decidieron registrar cuan reactivos eras los caballos en los diferentes tipos de grupos, con la hipótesis de que los caballos de más edad tendrían un efecto “relajante” en los caballos más jóvenes y que los grupos que consistían en únicamente caballos jóvenes serían más reactivos.
Para probar esto, los investigadores pusieron una cuerda con botellas de plástico en el campo mientras los caballos comían. A continuación se arrastraban las botellas de plástico por el suelo 5 metros por delante de los caballos y se registraban las reacciones de los individuos. Esto se hacía en cada grupo.
Inspección y grado de lesiones
Los caballos del estudio se inspeccionaban tres veces al día buscando posibles lesiones: antes de entrar en los grupos de estudio, el día después de ponerles en el grupo y por lo menos 4 semanas después de que se formara el grupo. Las lesiones se puntuaban del 0-5, con 0 y las puntuaciones definidas como sigue:
0 – sin lesiones
1 – con clapas sin pelo
2 – lesión con un área moderadamente inflamada y/o una herida superficial, sin que se haya cortado a través de la piel
3 – lesión con un corte menor en la piel
4 – lesión de un tamaño que normalmente requeriría puntos de un veterinario
5 – lesión grave y extensiva que posiblemente cause pérdida de función a largo plazo.
Resultados
La incidencia de las lesiones se registró en los 233 caballos. En total se registraron 1088 lesiones de las cuales 597 estaban presentes en el día 0, antes de que los caballos se pusieran en sus grupos de estudio. Se registraron 188 nuevas lesiones después del día 1 en que se juntaron en grupos, y se registraron 303 nuevas lesiones después de 4 semanas. La mayoría de las lesiones eran de menor gravedad (80% categoría 1, 18% categoría 2). A lo largo de todo el estudio, se registraron un total de 3 lesiones de la categoría 3, y 2 lesiones de la categoría 4. Las dos lesiones de categoría 4 se dieron en caballos jóvenes de sangre caliente.
No hubo diferencia entre los grupos de edades mezcladas y los de edades similares, los del mismo sexo o de ambos sexos, o entre los grupos estables y los dinámicos en lo que se refiere al número de lesiones registradas. El factor más predictivo de lesiones resultó ser la raza, con una probabilidad más alta de lesionarse entre los caballos de sangre caliente que los islandeses.
Los investigadores hipotetizaron que esto podría ser porque los caballos islandeses se habían criado para obtener un temperamento más calmado, y tienden a tener más grasa corporal y pelajes más gruesos que les protegen mejor de mordiscos y patadas.
Resultados de reactividad
El factor más predictivo de reactividad fue la raza, siendo los caballos de sangre caliente los más reactivos y los caballos islandeses los menos reactivos. Mezclar caballos de más edad con caballos jóvenes o tener sólo grupos de caballos mayores o de caballos jóvenes no causaban un efecto significativo en la reactividad.
Este estudio sugiere que la probabilidad de que los caballos se lesionen gravemente por vivir con otros caballos en grupos es muy baja y que su bienestar puede estar en juego si no se les permite socializar con otros equinos y tener un comportamiento normal en manada. Lo único que podría elevar las probabilidades de lesiones es la competencia por los recursos. En este estudio, todos los caballos estaban en paddocks de por lo menos media hectárea y a la hora de comer cada caballo tenía su propia pila de comida.
Referencia:
Keeling, L.J., Bøe, K.E., Christensen, J.W., Hyyppä, S., Jansson, H., Jørgensen, G.H.M., Ladewig, J., Mejdell, C.M., Särkijärvi, S., Søndergaard, E. and Hartmann, E., 2016. Injury incidence, reactivity and ease of handling of horses kept in groups: A matched case control study in four Nordic countries. Applied Animal Behaviour Science, 185, pp.59-65.