Siempre se dice que los ojos son el espejo del alma, y en el caso de los caballos parece indiscutible. Pero, ¿y si además son la clave para evaluar la salud del caballo?
En la página web Naturally Healthy Horse aparece una entrevista a Ellen Collinson, una iridologista equina y herborista. La iridología es una técnica de medicina alternativa, la cual se basa en examinar los patrones, colores y otras características del iris para determinar la información sobre la salud sistémica del individuo.
En la entrevista, Ellen Collinson afirma que se interesó en la iridología equina y en el herbolario cuando conoció en Irlanda a un gitano de los Alpes, que la introdujo en el mundo de la iridología. Primero estudió en seres humanos para aprender cómo funcionaba y a continuación se centró en estudiar el ojo de los caballos y le resultó fascinante.
Aprendió que solucionar el problema con un caballo no es difícil, lo que es difícil es localizar la raíz del problema. Estudió los ojos de caballos observando muchas autopsias para poder comparar los ojos del caballo con el estado de los órganos y el estado estructural del caballo. También contó con la ayuda de un veterinario de mente abierta.
Cuando empezó a estudiar iridología, las plantas se convirtieron en una extensión natural de sus prácticas. Empezó a trabajar para producir su propia mezcla de plantas que hicieran efecto rápidamente. Descubrió que al usar cortezas y raíces de plantas y machacarlas hasta convertirlas en polvo, podía crear productos muy potentes con resultados en tan poco tiempo como diez días.
La iridología se basa en el principio de que las marcas del iris del ojo indican con exactitud el estado de salud del caballo. Los ojos muestran las fortalezas y debilidades de los órganos y en especial los problemas hereditarios. Este aspecto de la iridología significa que los problemas se pueden detectar mucho antes de que puedan evolucionar en una enfermedad.
Los ojos son como una radiografía, permitiéndote ver qué está pasando en el interior de tu caballo. El ojo te dirá cuando un órgano está trabajando excesivamente. También te permite identificar donde hay un problema que a menudo es la razón de los problemas de comportamiento y/o físicos.
Muchas veces, los síntomas de un caballo no se diagnostican por falta de información y el hecho de que el caballo no puede decirte dónde le duele o qué le pasa. Con la iridología, no sólo puedes ver dónde se origina el problema, sino dónde es más probable que se dé un problema debido a antiguas heridas o debilidades hereditaria.
El iris se divide en ciertas áreas, como la esfera de un reloj:
(Photo Credit: EllenCollinson)
Al principio de practicar la iridología, para los clientes ella era su última opción, después de haber visitado a todos los veterinarios posibles. Ahora le consultan a ella primero. Y el motivo es porque la iridología funciona para casi cualquier posible problema.
Los iridologistas profesionales están de acuerdo en que las enfermedades graves, crónicas y degenerativas del cuerpo se reflejan en el iris. Muchas veces, los clientes la llaman por causa de problemas de comportamiento de su caballo.
También puede hacer revisiones previas a la compra de un caballo y puede ver no únicamente si el caballo tiene problemas físicos que en un principio no serían detectables, sino que puede ver qué tipo de carácter tienen e informar al cliente para que puedan decidir si el caballo es adecuado para ellos. No obstante hay algunas cosas que no se pueden detectar leyendo el ojo de un caballo: si una yegua está embarazada o no, o lo rápido que podrá llegar a correr un caballo.
Ellen explica un caso en concreto en el que la iridología fue un éxito. Hace años una mujer le llevó un caballo de competición porque no saltaba bien. Al mirar sus ojos, pudo ver que el caballo había tenido una lesión previa en la pelvis y que sufría artrosis en ésta zona. La propietaria estaba muy sorprendida de que pudiera ver esto sólo con mirarle los ojos. También pudo ver que los riñones del caballo estaban trabajando en exceso debido a una dieta con demasiada proteína. Le sugirió usar su mezcla de hierbas y también hierbas para el riñón. Poco tiempo después, el caballo saltaba de nuevo y podía competir.
Ellen cree que el 75% de los problemas que ve en los caballos tienen que ver con la dieta. Hay gente que da tantos suplementos a los caballos que les perjudican hasta causarles la muerte. En su opinión, la mejor dieta para un caballo debe basarse en heno de buena calidad y un poco de alfalfa. En el caso de complementar con concentrados, sugiere avena y maíz. También es aconsejable darles hierbas, en especial recomienda el jugo de ortiga.
Trabaja en el Reino Unido, pero acepta consultas por email si le hacen llegar fotos de alta resolución de los ojos de un caballo. Para quien quiera hacerle una consulta online, puede dirigirse aquí. También ha escrito dos libros “Equine Iridology” y “Herbal Health for Horses”, ambos disponibles en su página web.