Esta información fue publicada por Equus-Soma Equine Osteology, Anatomy & Bodywork, es breve pero interesante anatómicamente hablando.
El aparato hioideo se compone de 5 huesos muy delicados conectados por articulaciones y tejido blando. Estos huesos van en parejas a excepción del basi-hioideo. Forman una estructura parecida a un columpio, suspendida de los huesos temporales (detrás de la ATM) en la base del cráneo. El basi-hioideo, el asiento del columpio, sostiene un proceso lingual que se encuentra en la raíz de la lengua. La estructura hioidea proporciona soporte a la faringe y a la laringe, responsables de ingerir y de respirar.
También hay músculos largos que conectan los huesos hioideos con el esternón y los hombros. Los pares de músculos esterno-hioideos se insertan en el basi-hioideo y se extienden hasta la parte superior del esternón. Los pares de músculos omo-hioideos también se insertan en el basi-hioideo y pasan al otro lado de los esterno-hioideos para conectarse con la fascia bajo los huesos escapulares (hombros).
¿Por qué afectan estos huesos a su rendimiento?
Si hay tensión en la zona de los hioideos, pensando en la lengua y en todo lo que le afecta (a saber, bocados duros, tirones de riendas, manos duras, etc), se crea también tensión en los hombros por lo que, como consecuencia, se acortan los aires y finalmente puede resultar en un rendimiento no óptimo. Y no se queda sólo ahí, en recientes disecciones se ha observado que incluso una leve presión en la lengua (del bocado) podría reducir la amplitud de movimiento de las patas traseras.
Así que si quieres tener ventaja compitiendo, libera de lengua de tu caballo!
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