Este es un artículo traducido de Holistic Horse, del autor W. Robert Cook.
Hasta ahora todavía no se habían publicado estudios para cuantificar la diferencia en el comportamiento del mismo caballo, primero con bocado y luego sin bocado.
Este estudio ha puesto a prueba una hipótesis nula que planteaba que si se montaba a un caballo con una brida de filete y luego de nuevo con una brida sin bocado no habría cambios en su comportamiento. El autor predijo que sí habría un cambio y que su comportamiento mejoraría cuando fueran sin bocado.
Cuatro caballos, ninguno de los cuales había sido montado previamente con una brida sin bocado, fueron montados haciendo dos ejercicios de cuatro minutos cada uno, primero con bocado y luego sin bocado. Un juez independiente puntuó los ejercicios grabados en video y sus puntuaciones y comentarios se grabaron como voz de fondo.
Los resultados refutaron la hipótesis y justificaron las predicciones. El estudio también demostró que estos caballos podían cambiar sin problemas de ir con bocado a ir sin bocado. Se ha animado a otros a repetir el estudio y se han hecho sugerencias para mejorar su planteamiento.
El autor es de la opinión que el bocado representa un serio problema de seguridad y bienestar tanto para el caballo como para el jinete. Pide a los veterinarios que apoyen una reforma de las normativas de las organizaciones ecuestres, para dar a los jinetes la opción de usar bridas sin bocado en las competiciones en las que el bocado es actualmente obligatorio. Haciendo esto, se mejoraría el bienestar equino, se reducirían los accidentes y se mejorarían las actuaciones y rendimientos.
Introducción
El autor tuvo la oportunidad de realizar este estudio al ser invitado a hablar en una conferencia donde se realizaban demostraciones en publico. El experimento demostró que la hipótesis de que no habría cambio en el comportamiento del caballo si se le montaba con bocado y luego sin bocado era nula. Como resultado de las investigaciones ya completadas (Cook 1999) el autor predijo que sí habría un cambio. Además, predijo que el comportamiento mejoraría sin bocado (Cook 2003, 2007 a-c).
El objetivo primario del experimento, como se indicaba en el título de la conferencia, era “Deja que el caballo hable”, para demostrar la influencia del bocado en el comportamiento del caballo. El autor introdujo el experimento y respondió a las preguntas cuando acabó, pero aparte de eso no participó activamente. El segundo objetivo era demostrar como responde un caballo al cambiar de brida con bocado a brida sin bocado.
Materiales and Métodos
Se utilizó a cuatro caballos para el experimento. Eran caballos de escuela de varias edades y tipos. Ninguno de los caballos, antes del experimento, había sido montado con una brida sin bocado. Los mismos caballos habían sido utilizados en demostraciones previas el mismo día, usando bridas con bocado. El experimento fue planificado como la última demostración del día con un margen de tiempo de 75 minutos.
4 monitores de equitación certificados se ofrecieron voluntarios para montar. Sólo 2 de los monitores habían usado anteriormente una brida sin bocado. A cada uno de los jinetes se le asignó un caballo, montándolo primero con bocado y luego, inmediatamente después, sin bocado. La brida era la única variable en el experimento.
Cada caballo completó dos ejercicios idénticos. La prueba constaba de 27 fases cronometradas. El test se cronometró para hacer 220 segundos, justo un poco menos de 4 minutos. Cada caballo fue observado en total durante un periodo de 8 minutos. Todas las pruebas tuvieron lugar en la misma pista cubierta, bajo condiciones medioambientales similares. Los jinetes hicieron buen uso de la gran pista y se les pidió que montaran haciendo la figura de un ocho. A su criterio, incorporaron un par de semi-paradas en la prueba.
Cada uno de los 8 ejercicios se puntuó en una escala del 1 al 10 por un juez independiente que el autor había conocido por primera vez aquel día en la conferencia. El juez estaba altamente cualificado y miembro de la asociación americana de jueces con 25 años de experiencia haciendo de juez de doma clásica y otras clases. Durante sus clases había usado bridas sin bocado durante breves periodos cuando hacia demostraciones en caballos de alumnos pero no tenía ninguna brida sin bocado de su propiedad. Puesto que sólo había un juez, se puso en la letra C de la pista.
Una persona transcribió en papel las puntuaciones y comentarios del juez y a la vez el juez llevaba un micrófono que grababa sus comentarios simultáneamente en el video que estaba grabándose de la sesión completa. El público no podía oir los comentarios del juez, por lo que pudieron sacar sus propias conclusiones sin dejarse influenciar. Usando un cronómetro, un encargado marcaba las diferentes fases del test.
Resultados
El comportamiento (rendimiento) de los cuatro caballos mostró una clara mejora cuando se les montó sin bocado. La mejora quedó reflejada de manera cuantitativa en las puntuaciones. La puntuación media cuando se les montó con bocado fue de un 37% y sin bocado un 64%. La mejora de los porcentajes de ir con bocado a ir sin bocado iban de entre un 46% a un 97%, con una media de 74%. El hecho de que se consiguiera una mejora en la actuación tan convincente sólo 4 minutos después de quitar el bocado indicaba que el bocado era un serio impedimento para la actuación de los 4 caballos.
La mejora de la actuación cuando se montó sin bocado también sirvió para indicar que ninguno de los jinetes tuvo ninguna dificultad en cambiar a su caballos de brida con bocado a brida sin bocado, al contrario.
Conclusión
Se refutó la hipótesis nula y se justificaron las predicciones.
Debate
A pesar de las condiciones impuestas en este estudio, montándolo como una demostración con un marco de tiempo limitado, los resultados son irresistibles. A primera vista, algunos aspectos del protocolo podrían parecer debilidades, pero la presencia de testigos y la existencia de la grabación eran refuerzos que las equilibraban. No obstante, el planteamiento del estudio podría mejorarse. Se hicieron sugerencias con la esperanza de que otros repitan el experimento.
El protocolo podría aplicarse para un número de caballos más amplio, con más jueces y durante un periodo de tiempo más largo. Para evitar influencias en los juicios, ayudaría si los jueces no fueran conscientes de si el caballo llevaba o no bocado. Sin interferir con la función de las bridas, algunos materiales podrían usarse para cubrir el bocado en la comisura de la boca y ocultar las características de las bridas cruzadas sin bocado. Las pruebas con y sin bocado con los mismos caballos no tienen porque ser consecutivas. Mientras cada prueba de cuatro minutos se identificara con un número, algunos caballos podrían montarse sin bocado antes de con bocado. El orden de las pruebas se podría hacer aleatorio.
Hay muchas posibles variaciones sobre el tema en general. Por ejemplo, los jinetes podrían ser novatos o profesionales, y la brida con bocado podría ser de diferentes tipos. El ejercicio usado en esta ocasión era una prueba básica de entreno pero estudios similares podrían usar una prueba de doma clásica, salto, o de cualquier otro tipo, de cualquier disciplina.
Los bocados son dolorosos y asustan a los caballos (Cook 2007 a-c). El dolor y el miedo son incompatibles con la fisiología del ejercicio. Pero, además, el bocado activa reflejos inadecuados en el sistema digestivo y estos son incompatibles con el ejercicio. Específicamente, el uso del bocado causa obstrucción en la vía área naso-faríngea y laríngea (Cook, 1999, 2003).
Los resultados del estudio son consistentes con los descubrimientos previos del autor que el bocado es la causa de cientos de problemas de comportamiento (Cook 2007c). Colectivamente, estos constituyen señales clínicas de 40 enfermedades diferentes (Cook 2007b). El dolor, miedo y confusión fisiológica causados por el bocado son en opinión del autor, la causa de muchos accidentes, algunos de los cuales son fatales (botarse, revolcarse y retroceder)
Comunicarse de manera segura y efectiva usando un bocado en la boca del caballo es una habilidad que sólo un jinete maestro puede conseguir. Incluso a nivel olímpico la equitación, un jinete a veces transmite una señal que tiene el efecto opuesto a la pretendida. Como resultado de infligir dolor sin querer (y ahora además innecesariamente), se dan reacciones peligrosas por parte del caballo.
En la opinión del autor, los niños y los iniciados casi nunca tienen la habilidad de usar un bocado de manera segura, ni tampoco el jinete medio. Su uso resulta a menudo una causa de malentendido, perdida de control y heridas para el caballo y el jinete.
Contrariamente, usando una brida cruzada sin bocado, hasta un niño puede transmitir señales no ambiguas, más efectivas, seguras y sin dolor, que son compatibles con la fisiología del ejercicio. Por estos motivos, la brida cruzada sin bocado promueve el bienestar del caballo y reduce la probabilidad de accidentes ( Cook 2008).
Los beneficios de bienestar y seguridad son motivo suficiente para evitar el uso del bocado, pero aún más si mejora el comportamiento de manera que se da un mejor rendimiento. Un caballo que no tiene dolor y no está asustado es más tranquilo, más seguro y más capaz de concentrarse en la tarea, tanto si se trata de seguir las ayudas del jinete en doma clásico como de saltar. Un caballo que puede respirar y mover el cuello libremente, dos cosas vitales para cualquier atleta, es más probable que corra más rápido, salte mejor y se canse menos rápidamente.
Con una notable excepción, uno y hasta dos bocados son obligatorios en cualquier evento competitivo de doma clásica en el mundo y las competiciones gobernadas por las federaciones ecuestres nacionales. Estas organizaciones siguen pero también determinan las reglas de la Federación Ecuestre Internacional. De manera similar, se requiere al menos un bocado en las carreras de velocidad y de obstáculos. En las carreras de carros se consideran apropiados dos o más bocados, junto con muchos otros dispositivos restrictivos.
El bocado de metal se inventó por el hombre de la edad de bronce. Desde entonces el concepto básico de bocado no ha cambiado, aunque sus diseños se han vuelto más complicados y su potencial de infligir dolor se ha multiplicado. Como los jinetes continúan teniendo problemas con el bocado, se han aprobado dispositivos adicionales por las organizaciones ecuestres.
El avance en bienestar equino y seguridad humana que representa la brida cruzada sin bocado ha tenido a las organizaciones equinas con el pie equivocado temporalmente. Sus constituciones incluyen invariablemente un intento declarado de promover el bienestar equino y no obstante, una década después de que un gran avance en bienestar se haya hecho disponible, todavía no se han actualizado sus normativas para integrar este avance.
Los bocados aún son obligatorios en muchas disciplinas y se prohíbe una opción sin dolor. Como el bocado se ha estado usando durante 5000 años, un periodo de diez años para validar una alternativa no indica excesiva precaución para introducir un cambio. Una saludable dosis de escepticismo es buena para la ciencia.
Finalmente llega un momento cuando la evidencia del cambio es abrumadora y esto está ocurriendo ahora. En Noviembre de 2008, la Real Federación Ecuestre Holandesa tomo la iniciativa de aprobar la brida sin bocado para la doma clásica, la doma en eventos y para competiciones dentro de recintos.
Cabe esperar que otras federaciones nacionales seguirán pronto el ejemplo holandés. La Federación Equina Nacional de Sudáfrica ha realizado un movimiento importante en esta dirección.
Como los niños, en particular, no deberían ser obligados a usar bocado, el autor considera que es especialmente importante que los clubs de ponis sean las primeras organizaciones que aprueben un sistema de ayudas más seguro y más humano.