El sentido del olfato ayuda a los caballos a detectar en su medio natural a los depredadores y también es importante para su comportamiento social y reproductor.
Por ejemplo, puede que te hayas preguntado porque tu caballo siempre se para a oler las heces de otros caballos. El caso es que oliéndolas puede discernir la edad, sexo, estado de salud y reproductor de ése caballo. Esto sería la versión equina de leer una revista de cotilleos, así pues, permite a tu caballo que lo haga siempre que sea posible, porque le ayudará a sentirse seguro y a saber qué caballos han estado en esa zona.
En el sistema olfativo de tu caballo - el relacionado con su sentido del olfato - se encuentra el órgano vomeronasal. Éste es un saquito alargado que se abre paso en la cavidad de la nariz y le permite ser especialmente hábil para detectar olores y feromonas de otros caballos. Usando este órgano, los caballos pueden reconocerse, y las diferentes manadas tienen diferentes sistemas de identificación.
Los caballos tienen la capacidad de levantar la cabeza y girar el labio superior hacia afuera. Esta expresión se conoce como flehmen y se ve habitualmente cuando un caballo detecta un olor extraño o fuerte.
Puesto que el sentido del olfato es tan importante para tu caballo, puedes usarlo como ventaja cuando introduzcas a nuevos caballos en la manada. Intercambiar las heces de los caballos de la manada con las del nuevo caballo, podrán obtener información importante sobre los otros antes de encontrarse cara a cara. Esto podría ayudar a reducir los comportamientos agresivos cuando se introduzca el nuevo.
Gusto
El sentido del gusto de tu caballo está estrechamente relacionado con el del olfato. Las papilas gustativas, grupos de pequeñas proyecciones sensibles que se encuentran en la lengua y en el interior de la boca, le ayudan a experimentar el gusto. Donde se concentran en mayor cantidad es en la parte de atrás de la lengua.
Hay una creencia popular de que los caballos son un poco selectivos con la comida, y hay un buen motivo para ello. El motivo es que al no poder vomitar, necesitan tener mucho cuidado con lo que escogen comer. El sentido del gusto es un factor importante cuando los caballos seleccionan lo que comen, especialmente si en su dieta les falta un nutriente en concreto. Su habilidad para diferenciar los sabores les ayuda a identificar qué plantas necesitan.
Aunque se cree que los caballos en la naturaleza son capaces de auto medicarse naturalmente, y no comerían nada que fuera venenoso para ellos, en el caso de los caballos domesticados se duda que sea tan cierto.
Es improbable que el terreno donde tengas a tu caballo tenga la variedad de plantas que se encontraría de estar en libertad, por lo que lo que pastan está un poco limitado. Particularmente, si tiene mucha hambre o si hay muy poca comida disponible, un caballo domestico podría comer plantas tóxicas, así que es importante vigilar que no las hayas en su entorno habitual.