¿Tu caballo sufre de rigidez con el clima frío? En este artículo te explico porqué sucede esto y cómo podemos ayudar a mitigar los efectos del frío en nuestro caballo.

Tu caballo no tiene que ser senior ni tener problemas preexistentes para desarrollar rigidez en el clima frío, aunque esos factores ciertamente pueden empeorarlo. Mientras que algunos caballos se mueven bastante bien en los meses más cálidos, en invierno pueden llegar a tener un problema tan grande con la rigidez que les ocasión el frío, que les resulte un gran esfuerzo por ejemplo levantarse después de haberse tumbado.

Recientes investigaciones han descubierto los efectos del frío en una variedad de tejidos corporales. Los músculos se acortan y se vuelven más rígidos de manera refleja, a veces hasta el punto de que un estiramiento enérgico puede ser dañino. La generación de energía se ve comprometida porque la hemoglobina no cede su oxígeno a los músculos tan fácilmente como lo hace cuando el clima es más cálido.

El clima frío también altera las propiedades de tendones y ligamentos. La flexibilidad disminuye y la fuerza necesaria para mover pasivamente estas articulaciones "congeladas" puede aumentar hasta en un 25% con la exposición al frío. La reducida flexibilidad va acompañada de una considerable rigidez.

Los cambios en músculos y tendones contribuyen a las dificultades para mover las articulaciones, pero también hay cambios en las articulaciones mismas. Se ha descubierto que el frío aumenta la sensibilidad de las articulaciones. Además, puede interferir con las características normales del flujo del líquido articular, disminuyendo la lubricación.

Los cambios en los músculos y tendones contribuyen a la dificultad para mover las articulaciones, pero también hay cambios en las propias articulaciones. Se ha descubierto que el frío aumenta la sensibilidad de las articulaciones. El frío también puede interferir con las características normales del flujo del líquido articular, reduciendo la lubricación.

4 formas de ayudar a aliviar la rigidez por frío

Ayúdale a mantener su temperatura corporal

El primer paso para aliviar los efectos del frío en tu caballo es ayudarle a que mantenga su temperatura corporal, lo que implica proporcionarle libre disposición de forraje y una zona de refugio, ya sea natural o creado por el humano contra la lluvia y el viento fuertes. Si tienes un caballo muy mayor y que claramente sufre con la rigidez articular, puedes probar a ponerle una manta. Aunque algunas articulaciones son inaccesibles, puedes usar envolturas de neopreno para las rodillas y corvejones.

Proporciona ejercicio regular (suave)

El ejercicio es una excelente manera de aflojar y mejorar la función muscular; sin embargo, debes tener precaución. Los tejidos endurecidos son propensos a dañarse y es posible que el caballo no se esté moviendo normalmente si ciertas áreas duelen más que otras. Esas áreas más problemáticas se beneficiarán mucho de unos minutos de masaje para entrar en calor antes del ejercicio. Dedica tiempo extra a un calentamiento gradual y más largo.

Ofrece suplementos de apoyo articular

Los suplementos de apoyo articular también pueden ser muy útiles. Además de los nutracéuticos articulares más conocidos como glucosamina, condroitina y ácido hialurónico, es todavía mejor buscar suplementos a base de hierbas naturales como MSM, boswellia, cúrcuma, garra del diablo y otros antioxidantes.

Método Masterson

Cómo no, hacer una sesión cada pocas semanas para ayudar con las movilizaciones suaves a mantener las articulaciones libres de tensiones y rigidez va a suponer una gran ayuda para tu caballo, así que no me voy a cansar de recomendártelo, por supuesto. Contáctame para comprobar sus beneficios!

Puede haber una gran diferencia entre sobrevivir y pasar cómodamente los meses fríos. ¡Toma medidas si tu caballo está lidiando con la rigidez en el clima frío!