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Este artículo está traducido de The Horse, publicado en Enero, 2025 por Erica Larson
Un caballo con un diagnóstico de osteoartrosis no tiene porque ser retirado de la competición o dejar de realizar actividades.
Comencemos con las buenas noticias: con los cuidados adecuados, en general, los caballos viven más tiempo y se mantienen activos más tarde que nunca en sus vidas. Esto significa que tenemos más tiempo de calidad para pasar con nuestros queridos compañeros equinos.
¿Las malas noticias? A medida que los caballos, especialmente los de deporte, se hacen mayores, comienzan a sufrir problemas de salud relacionados con la edad y el desgaste. Uno de los más comunes es la osteoartrosis (OA), que puede hacer que ser montados resulte incómodo para los caballos.
Pero hay más buenas noticias: podemos tomar medidas para ayudar a que los caballos sigan moviéndose e incluso compitiendo durante el mayor tiempo y lo más cómodamente posible.
Se consultó a dos expertos en el cuidado de caballos seniors acerca de consejos sobre cómo mantener en forma a caballos con osteoartrosis. Nicola Jarvis, BVetMed, Cert. AVP (Medicina Equina, Cirugía Equina de Tejidos Blandos), MRCVS, cirujana veterinaria senior en Redwings Horse Sanctuary, en Hapton, Norfolk, Reino Unido, y Karyn Malinowski, MS, PhD, profesora y directora fundadora del Rutgers Equine Science Center, en New Brunswick, Nueva Jersey, ofrecen recomendaciones de ejercicios, manejo e intervención veterinaria para ayudar a estos caballos a rendir al máximo de sus capacidades.
Imprescindibles a Hacer:
1) Conocer a tu enemigo:
Asegurarse de que sólo sea OA. Esa circunstancia común de dolor y crujidos que nosotros mismos padecemos en las rodillas, la espalda y otras articulaciones con el tiempo. Claro, pero es importante comprender algunas de sus complejidades y por qué puede ser tan difícil manejarlo en caballos.
"La osteoartrosis es un proceso patológico de progresión lenta dentro de la articulación del caballo, que provoca daños en el cartílago articular (dentro de) la articulación, el hueso debajo del cartílago y las estructuras locales de tejido blando", dice Jarvis. "Hay muchos factores iniciales que podrían conducir a la OA en la vejez, como el 'desgaste' general a lo largo de los años, una carga de peso desigual en la articulación debido a una mala conformación o cuidado de los cascos, o un incidente traumático".
Desafortunadamente, actualmente no existe cura para la artrosis; los veterinarios no pueden detener ni revertir por completo los efectos de la afección. Por lo tanto, los propietarios de caballos con artrosis y sus veterinarios deben gestionar el dolor causado por la afección, y ese es el mayor desafío, dice Malinowski.
"Cada caballo percibirá el nivel de dolor de forma diferente", afirma. "Algunos harán ejercicio incluso con ese dolor, mientras que otros no".
Encontrar e aplicar tratamientos adecuados con la ayuda de un veterinario es clave. Pero hay algo más que es importante recordar sobre la OA.
"Sabemos que los caballos con articulaciones con artrosis se benefician del movimiento y el ejercicio regular", dice Malinowski. Por lo tanto, “los dueños de los caballos deben ejercitarlos siempre que el animal pueda hacerlo sin molestias evidentes”.
2) Mantener en forma al caballo con artrosis
Pide a tu veterinario que realice un examen exhaustivo de cojera cuando comiences a notar cambios en su salud para asegurarte de que se trata de OA y no de una afección más aguda que requiere un enfoque de tratamiento diferente. No asumas que es solo artrosis
"Se cree que la prevalencia de la OA es superior al 50% en caballos mayores de 15 años", dice Jarvis, por lo que es muy probable que la padezca en algún momento.
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Las señales clásicas de OA incluyen calor, inflamación debido al exceso de líquido articular, cojera/dolor, rigidez, deformación causada por cambios óseos y crepitación, ese sonido y sensación de crujido en una articulación afectada.
"En el caso de la OA temprana, un caballo senior puede parecer rígido después de pasar la noche en la cuadra, pero durante el día parece mejorar o puede mostrarse impaciente ante el herrador cuando normalmente se porta bien, lo que indica que siente incomodidad al flexionar una extremidad o cuando se le pide que soporte peso solo en una extremidad", dice Jarvis.
Pero, por supuesto, estas señales clínicas también pueden ser indicativas de otros problemas musculoesqueléticos, desde lesiones de tejidos blandos hasta fracturas, algunos de los cuales tienen protocolos de tratamiento y gestión muy diferentes a los de la OA.
En consecuencia, "diagnosticar por qué el caballo puede estar dolorido o cojo es siempre la mejor respuesta", dice Malinowski.
Pide a tu veterinario que realice un examen exhaustivo de cojera cuando comiences a notar cambios en la salud de tu caballo para asegurarte de que se trata de OA y no de una afección más aguda que requiera un enfoque de tratamiento diferente.
3) Ejercicio sí, pero planificado cuidadosamente
Puede parecer contradictorio, pero, de hecho, mantener a un caballo con artrosis en movimiento y haciendo ejercicio es en la mayoría de los casos preferible a dejar que se convierta en un caballo que sólo pasta.
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"Mantener la masa muscular alrededor de la articulación afectada ayuda a estabilizarla, previniendo la laxitud (aflojamiento) de la articulación y la carga anormal", dice Jarvis, lo que puede provocar problemas adicionales de salud.
Sin embargo, es importante ejercitar al caballo con artrosis en escenarios que promuevan la longevidad, en lugar de exponerlo a un riesgo indebido de sufrir más dolor en las articulaciones, según la gravedad de su enfermedad.
"Es importante que el ejercicio se adapte a cada caballo en particular después de consultar a su veterinario", dice Jarvis. "El ejercicio puede variar desde paseos diarios del ramal hasta un ejercicio suave, pero todo debe ir acompañado de un calentamiento y un enfriamiento".
Malinowski está de acuerdo y sugiere un calentamiento lento y prolongado (de 15 a 20 minutos) al paso antes de pasar al trote y al galope. Dale descansos a tu caballo cuando sea necesario y fomenta el movimiento correcto y la marcha equilibrada. Además, asegúrate de que se mueva bien y cómodamente antes de comenzar ejercicios más complejos.
"El caballo debe moverse libremente antes de pasar a movimientos de nivel superior, como de doma, o saltos", añade.
Otras consideraciones para recordar:
"Para los caballos con OA, entrenar en asfalto con impacto no es útil, independientemente de si están herrados o van descalzos", dice Jarvis. Más bien, limita la mayor parte del ejercicio a los terrenos más suaves que normalmente se encuentran en campos con césped o pistas bien mantenidas. Además, evita hacerle pisar terrenos resbaladizos, que puedan poner al caballo en riesgo de resbalar o caer.
Para algunos caballos con artrosis podría ser necesario limitar el ejercicio a superficies más planas, porque las cuestas pueden ejercer una tensión significativa en las articulaciones, añade.
Los giros bruscos y los arranques y paradas repentinos pueden resultar contraproducentes para los caballos con OA, dice Jarvis, así que se gradual pidiendo transiciones durante el entrenamiento.
Considera hacer ejercicios alternativos si es viable, dice Malinowski. Por ejemplo, “¡nadar es genial! El caballo puede moverse sin el impacto que supone para una extremidad que puede estar artrítica”.
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Por último, mantén expectativas realistas sobre la dificultad de los ejercicios y recuerda que la OA progresará con el tiempo. "Un caballo con artrosis puede llegar al punto en que ya no pueda realizar movimientos de mayor nivel o saltar sin molestias", dice Malinowski.
Jarvis agrega: "Una vez que OA está más avanzado, procurar que pueda moverse libremente en un prado nivelado es lo más adecuado para un caballo senior".
4) Bridarle los cuidados veterinarios necesarios
No es sorprendente que el tratamiento más adecuado para un caballo en particular dependa de varios factores, dice Jarvis.
"Las opciones variarán dependiendo de cuántas articulaciones se vean afectadas por la OA, la gravedad de la afección, las lesiones concurrentes y, por supuesto, las restricciones presupuestarias del propietario", dice.
"Los medicamentos intraarticulares (como los corticosteroides o el ácido hialurónico), ya sea para apoyar la articulación o para reducir directamente la inflamación, pueden ser útiles si sólo una o dos articulaciones están afectadas por la OA o para tratar a un caballo durante un brote", añade.
Sin embargo, si la artrosis está más extendida, los veterinarios suelen recomendar un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) oral sistémico, como fenilbutazona (Bute) o firocoxib (Equioxx). La frecuencia con la que se deben administrar los medicamentos y en qué dosis depende del caballo; tu veterinario revisará las instrucciones de administración contigo cuando le recete el medicamento. No cambies la dosis o la frecuencia sin consultar con tu veterinario.
Una advertencia: recuerda que el uso crónico de AINE puede provocar úlceras gástricas, dice Malinowski.
Si tu veterinario recomienda un AINE, pregúntale si también recomienda un producto de apoyo gástrico para ayudar a reducir los efectos del medicamento en el revestimiento del estómago.
Otra opción, por supuesto, es un suplemento oral para las articulaciones. Si bien los fabricantes no siempre han realizado investigaciones que respalden las afirmaciones de sus productos, cada vez son más los que realizan estudios clínicos independientes sobre sus suplementos. Pregúntale a tu veterinario si tiene alguna recomendación de un suplemento y busca productos respaldados por investigaciones si decides probar uno.
5) No te olvides del hielo
Los investigadores aprenden constantemente cosas nuevas sobre los caballos y su cuidado y manejo. Algunos de estos hallazgos, por supuesto, cuestionan lo que hemos hecho durante décadas (la desparasitación rotacional, por ejemplo), mientras que otros confirman que estas técnicas milenarias tienen un lugar en el cuidado moderno de los caballos.
Uno de esos últimos conceptos es el hielo.
"El hielo es siempre una ayuda universal para reducir la inflamación, ya sea muscular o esquelética", dice Malinowski.
Pregúntale a tu veterinario si yu caballo podría beneficiarse de la aplicación de hielo (ya sea en una mezcla de hielo/agua o mediante botas de hielo comerciales) después del ejercicio.
6) No descuides el recorte de los cascos
El cuidado adecuado de los cascos es clave para ayudar a los caballos con artrosis a mantenerse sanos y cómodos.
"Es esencial que los pies estén bien equilibrados para garantizar una carga uniforme del peso a través de las articulaciones", dice Jarvis. "Los cascos demasiado largos y los talones caídos ejercen una tensión innecesaria sobre las articulaciones, ligamentos y tendones, por lo que se requieren recortes regulares y que acomoden el talón (elevándolo un poco del suelo y ayudándolo a rotar durante el movimiento)", alargando su salud a largo plazo.
En casos necesario, tu veterinario o herrador podrían incluso recomendarte herraduras especiales para reducir el impacto en las articulaciones de tu caballo.
7) Mantener a tu caballo en un peso saludable
¿Qué tiene que ver la nutrición con la OA? Mucho.
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"Un caballo con sobrepeso tendrá problemas con una carga excesiva en las articulaciones, y la obesidad se relaciona frecuentemente con muchas enfermedades inflamatorias y degenerativas como la OA en humanos y otras especies", incluidos los caballos, dice Jarvis.
Especialmente si tu caballo todavía realiza un trabajo más técnico o intenso, trata de mantenerlo en un peso y condición corporal adecuados (idealmente, de 4 a 6 en la escala de puntuación de Henneke de 1 a 9) para evitar estresar excesivamente sus articulaciones y mantenerlo haciendo ejercicio el mayor tiempo posible.
8) No trabajes a tu caballo durante una episodio grave
La excepción de “mantener al caballo en movimiento” es cuando tiene un episodio grave de dolor, dice Jarvis.
Los caballos con articulaciones afectadas pueden sufrir un episodio grave de dolor "después de jugar en el pasto o resbalarse, lo que provoca inflamación de las articulaciones y una cojera evidente", dice. "Estos episodios deben tratarse con prontitud, ya que la inflamación causa más daño a la articulación".
Consulta siempre a tu veterinario antes de aplicar medicamentos antiinflamatorios para tratar estos episodios de dolor.
Conclusión del artículo:
La actividad de un caballo no tiene por qué terminar sólo por un diagnóstico de OA. Sólo será necesario un poco más de cuidado y planificación para mantenerlo sano, feliz y cómodo.
Obtén siempre un diagnóstico definitivo, trabaja con tu veterinario para brindarle el apoyo adecuado, planifica los entrenamientos cuidadosamente e incorpora a su rutina sesiones de masaje, como el Método Masterson, para apoyar la salud de las articulaciones.
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Y, sobre todo, como dice Malinowski, “mantener al caballo en movimiento todos los días”.
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