¿A tu caballo le cuesta galopar, va incómodo, se bota o protesta y ha bajado su rendimiento en general? ¿Ha perdido un poco de musculatura del dorso y contorno del dorso? Podría deberse a que está acumulando tensión en los músculos del psoas. El psoas se encuentra a nivel profundo bajo la zona lumbar y se une a la pelvis y a la cara interna del muslo en el fémur. En la reunión, y especialmente al galopar, este músculo trabaja muy intensamente.
Comprender cómo funciona Los músculos del psoas son músculos centrales fundamentales en la flexión de la cadera, la estabilización de la columna vertebral, la incurvación de la zona lumbar y la inclinación de la pelvis en conjunción con los músculos abdominales. Combinados con el impulso de los posteriores, ayudan a elevar las manos del suelo, a la activación muscular y a la reunión. Por ejemplo, si el Psoas se tensa y se contrae y no se corrige, podría llegar a compensar trabajando contra el Longissimus Dorsi, creándose una hendidura en la región lumbar a medida que los músculos adicionales empezaran a compensar. El Longissimus Dorsi es el músculo más largo del caballo. Se adhiere a las vértebras del cuello y al cráneo, recorre la columna a lo largo de cada lado de la misma y se une al sacro, conectando al caballo desde delante hasta atrás.
Antes: observa abajo la hendidura que se ve sobre la zona lumbar
Después: observa como la musculatura lumbar se ha nivelado después de una sesión de masaje
Con el tiempo, la articulación lumbosacra también puede perder parte de su capacidad de flexión; esta articulación es de vital importancia en el trabajo al galope y los movimientos en reunión. Las articulaciones de la cadera y los músculos de la zona a menudo se ven afectados. También pueden crearse tensiones en la zona de la ingle si hay tensión y/o dolor en el músculo psoas.
Restaurar la simetría Es muy difícil llegar a los psoas, ya que se encuentran a nivel muy profundo bajo la región lumbar. Sin embargo, a través del masaje hay maneras de influir y lograr eliminar las tensiones y re-equilibrar el psoas y los tejidos y músculos adyacentes. Al montar, debemos tener siempre la precaución de calentar los músculos adecuadamente y, no menos importante, también deben enfriarse tras el ejercicio. Y debemos procurar realizar ejercicios de refuerzo adecuados para mantener esta zona muscular siempre en buena forma.