En este post os traduzco un artículo de Thirza Hendriks, que es súper claro e interesante para entender la importancia de entender como funciona el cuerpo de un caballo, en concreto en este caso del arco torácico.
Muchos caballos acumulan tensiones o, en algunos casos, tienen los músculos del arco torácico debilitados, llegando a afectar a la biomecánica global del caballo. Especialmente en la parada, un ejercicio que a menudo se pasa por alto o incluso se considera aburrido, es donde se ven muchos desequilibrios en esta zona.
Porque es importante? Porque la función adecuada de los músculos del arco torácico es esencial para lograr un equilibrio general (artificial), que a su vez es necesario para mantener con una buena salud a los caballos de monta/trabajo.
A diferencia de los humanos, los caballos no tienen un elemento óseo conector (clavícula) entre sus miembros delanteros y el torso. Dependen de músculos fuertes que actúan como un “arco” responsable de la suspensión del pecho entre los dos miembros delanteros del caballo y de elevar el tórax. El arco torácico consta primordialmente del músculo torácico ventral serrado, que a su vez está íntimamente relacionado con el oblícuo externo, y es ayudado además por los músculos pectorales que también tienen conexiones con los músculos braquiocefálico y omohioideo. Así pues una contracción correcta de estos músculos resultará en una elevación del torso y en consecuencia de la cruz a la altura por lo menos de la grupa o más incluso. Si no hay una contracción adecuada, el resultado será un movimiento cuesta abajo sobre las manos.
Hay múltiples causas por las que tantos caballos tienen problemas en este área:
1) Postura de alimentación/pasturar (asimetría natural)
Nuestros caballos domesticados comen principalmente del suelo. En la naturaleza, los caballos salvajes no comen únicamente del suelo. También “picotean” de los arbustos. Y mucho! Comen de los árboles, arbustos, etc. Observamos que si se les da la oportunidad a los caballos de picotear, normalmente usan una posición diferente: contraen los músculos del arco torácico y como resultados las patas delanteras se cuadran mucho más. Así que si los caballos no tienen oportunidad de “picotear”, pasarán la mayor parte del tiempo en posición de pasturar en la cual los caballos de manera natural ponen más peso en las patas delanteras. Hacen esto eligiendo 2 posiciones diferentes:
- Apoyándose en los hombros. El esternón y los músculos pectorales superficiales son empujados hacia delante y hacia abajo, entre las escapulas con las patas delanteras en posición hacia atrás.
- Bloqueando las patas delanteras. Las patas delanteras se ponen en posición hacia delante para bloquearse y bloquear el peso que entra en los hombros.
La mayoría de caballos usan una combinación de estas dos posiciones: con una pata hacia delante en posición de bloqueo y una pata hacia atrás. A esta asímetría natural se le llama “pie de pastoreo” y puede causar problemas como el síndrome de talón remetido o el de talón bajo, que a su vez causa complicaciones en toda la biomecánica del hombro y sus conexiones cercanas. No obstante, esto también se da con las dos patas en la misma posición. Especialmente en los potros podemos ver como las bloquean hacia delante para poder pasturar. Así que si únicamente se pastura en el suelo, sin posibilidad de "picotear" de vez en cuando de árboles o arbustos, puede llevar una arco muscular débil. Lo cual no es necesariamente un problema si no estamos montando o entrenando a nuestros caballos. Pero si lo hacemos, darles de comer únicamente desde el suelo no es ideal.
2) Trauma: Muchos caballos tienen heridas en el área de los hombros/pectoral. La altura del torso del caballo queda a menudo a la altura de las vallas, puertas, etc. Así que esta zona es propensa a todo tipo de heridas.
3) Cría: Muchos caballos se crían para realizar ejercicios llamativos con las patas delanteras y para tener cuellos extremadamente flexibles, interfiriendo con la capacidad del caballo de equilibrarse a sí mismo adecuadamente. Como comentado anteriormente, podemos observar potros que tienen dificultades para pasturar porque sus patas son demasiado largas y no llegan a la hierba correctamente. Así que para poder hacerlo, tienen que compensar con todo el torso en un movimiento hacia abajo y hacia adelante.
4) Entrenamiento: Se habla mucho de los posteriores, montar el dorso del caballo, controlar la posición de la cabeza/cuello de los caballos, de hacer trabajar el core o abdominales, pero se habla muy poco de la importancia del arco torácico en todo esto, aunque está todo interconectado.
Entonces, vamos a hablar sobre ello. El caballo tiene el “motor en los posteriores”, desde los que se impulsa el movimiento y se dirige a las patas delanteras. No obstante, si los hombros no caen hacia abajo y empujan el esternón hacia delante, la energía y el peso del caballo quedan centrados y bloqueados en la parte delantera. Entonces los posteriores no pueden realizar su tarea adecuadamente porque no tienen espacio para poder avanzar. Literalmente se dan con “una pared”. Así que, qué hacen la mayoría de caballos? Aumentar la fase de extensión de los posteriores resultando en fuerzas hacia atrás, afectando la biomecánica del dorso y desequilibrando la energía por todo el cuerpo.
Aparte de los problemas en el dorso, esto causa a menudo problemas a la hora de cinchar, de la cabeza ladeada, presión en la mandíbula, rotación de la pelvis hacia atrás, rotación de la articulación de la cadera o incluso de los corvejones, por decir algunos efectos. En la parada, puede resultar incluso que se bloquee la babilla porque la energía “hacia atrás” tiene que ir a algún sitio y si no está en movimiento, el caballo no puede liberarse de esa energía, sino que la tiene que bloquear en el cuerpo y a menudo lo hace en la articulación de la babilla.
Así pues, el arco torácico es crucial para recuperar un equilibrio (artificial). Si los músculos del arco torácico se contraen adecuadamente, el esternón, el hombro y la cruz suben. La base del cuello tiene apoyo y el cuello sube a una posición más horizontal con la nuca en el punto más alto. Esta elevación en la parte delantera creará espacio para los posteriores, que ahora tendrán la libertad de ir hacia delante devolviendo el equilibrio entre flexión y extensión. La energía aumentada de los posteriores creará una fuerza vertical que los músculos del dorso coordinarán. Sólo entonces puede el dorso del caballo transportar al jinete con un esfuerzo mínimo y una coordinación y equilibrio máximos. Desde ese punto, la reunión no es nada más que un control refinado sobre este ciclo energético de fuerzas. Los caballos se pueden empezar a moverse de manera autónoma y ligera.
Es importante observar que lo explicado anteriormente es susceptible a variaciones anatómicas y biomecánicas. En general, un caballo de grupa alta tendrá más dificultad para elevar su arco torácico que un caballo con la cruz alta. Por este motivo los caballos con la grupa alta son adecuados para deportes como raid o carreras, porque les permite dar pasos cortos y rápidos y los caballos principalmente se tienen que mover en línea recta. Pero cuando hacemos doma clásica o salto, hasta cierto punto, necesitamos crear este equilibrio artificial para que el caballo pueda llevar nuestro peso adecuadamente, puesto que les pedimos que giren a ambos lados también. Recuerda que hacer círculos es el ejercicio menos natural y más difícil de hacer para un caballo!
Entonces, como podemos mejorar el trabajo del arco torácico de nuestros caballos? Aquí van algunos consejos:
- Piensa en RECONECTAR LA MEMORIA MUSCULAR DEL CABALLO. Queremos cambiar de su equilibrio natural con la mayor parte del peso en las manos a uno con más peso en los posteriores. Es importante acordarnos que el caballo no entiende el propósito de esto. Porque no están hechos para ser montados. No entienden por qué su equilibrio natural es un problema para su salud si les montamos. Sólo lidian con las consecuencias compensando. Para ellos, no es un proceso consciente que naturalmente pongan el peso en la parte delantera. Y por esto, no es algo que podamos crear con ayudas mecánicas. Hay que crear consciencia y cambiar los patrones en nuestro propio cuerpo en primer lugar y primero, dar el ejemplo correcto. Necesitamos trabajar el cerebro. Así que el cerebro dará señales a un tipo de músculos diferentes para el equilibrio. Haciendo esto, observarás que el equilibrio de tu caballo en la posición natural de pasturar cambia también. No porque lo piensen conscientemente, sino porque la memoria del músculo habrá cambiado y ahora será la forma más eficiente y lógica para ellos de equilibrarse.
- RESPIRAR. El arco torácico está muy relacionado con el tórax, que tiene una gran influencia directa en el corazón y los pulmones del caballo. Así que si entrenamos/
montamos de manera muy tensa, podemos literalmente dejar a nuestro caballo sin aliento. Si montamos, hay que “respirar” con las piernas. Si trabajas pie a tierra, usa tu propio tórax también. Respira. Crece hacia arriba. Notarás una gran diferencia.
- Trabaja en ESENCIA. El equilibrio no es un truco. Nos se trata de poner las patas cuadradas en una parada. No se trata de tratar de bajar mecánicamente la posición de la cabeza/cuello del caballo. Se trata de jugar y coordinarse con la energía. Entonces, las patas y la posición natural de la cabeza/cuello se darán como resultado. Esto difiere en función del caballo.
- BUSCA LA CAUSA, NO EL SÍNTOMA. Los caballos se mueven por naturaleza. Si tu caballo no quiere avanzar adecuadamente, tiene seguramente una buena razón para no hacerlo. No tiene sentido usar muchas ayudas para impulsarlo hacia adelante, ya que sólo creará más bloqueos y tensión en todo el cuerpo.
- OBSERVA Y PALPA. Puedes palpar fácilmente los pectorales superficiales e incluso el músculo torácico ventral serrado. Palpa los pectorales a los dos lados del esternón. Como los sientes? Sueltos? Una superficie suave y consistente? O lo notas fibroso? O hay denticiones o huecos? Recorre con tu mano toda la zona entre las patas delanteras y continua palpando en la zona de cinchado. Tu caballo reacciona sensiblemente al tacto en esa zona?
- CAMBIO DE GESTIÓN. Empieza a alimentar a tu caballo en diferentes posiciones o crea una comedera haciendo un poco de escalera donde tu caballo tenga que poner las patas delanteras rectas para poder alcanzar la comida.
La famosa patóloga Sharon May-Davis recomienda poner una red al día en alto (el resto de comida que tengan durante el día puede ser en el suelo) para equilibrar el torso y las patas delanteras. No obstante, ten cuidado de no empezar poniendo una red demasiado alto desde el principio, con caballos que tienen problemas en la sacro-ilíaca y no les obligues a comer de ella. Dales la posibilidad, y observa y experimenta con diferentes alturas.
Así pues observa a tu caballo. Siente a tu caballo. Pide ayuda o asesoramiento si tienes problemas. Tu caballo te lo agradecerá.
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