Es una batalla constante sin fin: Un caballo quiere mordisquear la madera en su entorno y como resultado directo el propietario o el dueño del centro gasta tiempo y dinero en intentar que el caballo no muerda las vallas o construcciones de madera. ¿Y quién gana generalmente? El caballo! Incluso cuando hay una gran cantidad de forraje de tallo largo disponible, muchos caballos aún quieren mordisquear la madera.
Hay muchas variables en por qué los caballos tienen antojo de madera. El estrés, el aburrimiento, la falta de fibra en la dieta, la disfunción del tracto intestinal, la gestión inadecuada de la dieta y una nutrición desequilibrada pueden ser alguna de las variables que jueguen un papel en este comportamiento. No obstante, el consumo de una cierta cantidad de madera se considera normal como parte de la dieta equina. Por varias razones, la buscan y en pequeñas cantidades parece servir un propósito en ayudar a mantener una buena dentición, un Ph correcto y un microbioma sano en el tracto digestivo equino y en la necesidad de masticar y salivar durante un mínimo de 18 horas al día.
Por lo tanto, intentar evitar que los caballos coman madera del todo es una causa perdida. En lugar de eso, entendamos el concepto y avancemos para añadir enriquecimiento en la gestión equina y los conceptos dietéticos. Una cierta cantidad razonable de consumo de madera como añadido a una dieta equilibrada y basada en fibra es natural para el caballo.
Qué es la madera?
La madera es un tejido estructural fibroso, poroso y orgánico que se encuentra en los tallos y las raíces de los árboles y otros arbustos. Cuando miras un trozo de madera recién cortado con un microscopio puedes ver que está compuesto de fibra, como cualquier otra planta. Las fibras se componen de tres tipos de carbohidratos estructurales: celulosa, hemicelulosa y lignina. La celulosa y hemicelulosa son fibras fermentables y de esa manera los caballos pueden usar como fuente de nutrientes algunas de estas fracciones de madera que, a través de la fermentación microbial, se convierten en los llamados ácidos grasos volátiles. La Lignina no es digerible y tampoco fermentable, pero juega un papel proporcionando fibra en bruto, que puede ayudar a prevenir la acidosis en el intestino posterior del caballo ayudando a mantener el Ph correcto y de esa manera la salud del microbioma que vive en él. La Lignina puede ser el componente clave de la madera que los caballos ansían, porque el forraje cosechado y procesado con el que se les alimenta habitualmente no contiene apenas este carbohidrato estructural.
Por qué los caballos tienen antojo de madera?
Muchos caballos estabulados se ven negativamente afectados por el estrés del confinamiento, la imposibilidad de caminar y pastar de forma continua y por una dieta muy concentrada, con poca fibra y muy procesada. Se añade a estos problemas que algunos profesionales todavía recomiendan restringir la cantidad de comida y el uso de bozales, lo cual exacerba la frustración del caballo por no poder masticar y comer de manera casi continua. Ningún caballo ni poni debería llevar un bozal de manera continua, como pasa en muchos casos aún. Los bozales nunca se pensaron para más de unas pocas horas al día.
Poner bozales o restringir el forraje es un gran problema. La acidosis del intestino posterior y otras disfunciones digestivas como la enfermedad de intestino inflamado y el síndrome del intestino permeable se dan en caballos que viven en cuadras y paddocks pequeños porque estas técnicas de gestión están anticuadas. Al contrario que en el caso de los caballos salvajes o los que pueden moverse por un amplio terreno libremente, tienen acceso al pasto y pueden picotear arbustos, ramas, hojas, corteza, líquenes, musgo, hongos, palos, barro, pre- y probióticos y otros componentes “amaderados” en su dieta diaria. Todo esto requiere una buena cantidad de pasos diarios también, beneficio que se añade a la dieta del caballo y a su régimen de ejercicio.
Un caballo estabulado o confinado a un paddock pequeño no tiene estas opciones y por lo tanto se limita a comer lo que está disponible en su entorno inmediato. Ha llegado el momento de dejar los patrones de alimentación actuales y pensar más allá para simular dietas naturales y un aumento de ejercicio y también del enriquecimiento de su entorno.
Como lo remediamos? Proporcionando un enriquecimiento de su entorno y aumentando las opciones de alimentación disponible y sí, incluso de madera disponible para que la mordisqueen.
Como añadimos madera a la dieta de un caballo?
Simplemente, se puede montar madera en soportes específicos para que el caballo la mordisquee, salvando así las partes estructurales, vallas y recintos de madera. Las tablas de pino son excelentes porque son blandas y no se astillan. Por lo que se refiere en el paddock o en la zona de pasto, si se cae un árbol, déjalo y permite que los caballos lo mordisqueen.
Los trozos de troncos caídos y las ramas pueden ponerse en pequeñas cantidades en las cuadras de los caballos para que lo mordisqueen.
Quizás lo más importante es cómo gestionamos a los caballos cuando están en el pasto para enriquecer su estado psicológico y físico? La silvopastura es una técnica agrícola-granjera que utiliza los árboles y otras plantas totalmente para proporcionar a los herbívoros que pastan una abundancia de alimentación natural que satisfaga su necesidad de picotear, pastar y masticar.
“La silvopastura es la práctica de la integración de árboles, arbustos, forraje y los animales domésticos de pasto de manera que haya un beneficio mutuo. Utiliza los principios del pastoreo gestionado y es una de varias formas distintas de agro-forestería", según la Wikipedia. Plantar una gama diversa de comestibles como hierbas, plantas, arbustos, hongos, árboles y tipos de hierba no sólo proporciona diversidad en la dieta, sino un entorno de pastura precioso, con sombra y refugio del sol, el viento y la lluvia. Los días de plantar hierba rica en azúcares y perfectamente recortada y de pastos sobre-fertilizados para los caballos domésticos deben terminar. No deben tratarse como ganado que haya que engordar para el mercado.
A continuación una lista de plantas, arbustos y árboles que NO son adecuados para enriquecer la alimentación de los caballos:
Acacia negra: Causa anorexia, debilidad muscular, depresión y cólicos.
Bellotas: Son venenosas únicamente en grandes cantidades, aunque pueden causar cólicos, estreñimiento, dolor abdominal y daños renales.
Adelfa: Presenta una gran toxicidad y puede causar el paro cardíaco en el caballo.
Cola de caballo: Es tóxica porque destruye la vitamina B en el organismo del caballo.
Cicuta: Es una planta altamente tóxica pues contiene un veneno mortal que afecta a caballos, otros animales y seres humanos.
Hierba de San Juan o Hipérico: Resulta tóxica para el hígado del caballo y causa un daño hepático específico que se acaba traduciendo en hipersensibilidad a la luz solar que causa llagas en las zonas no pigmentadas de la piel. Una fuerte intoxicación puede incluso llegar a resultar mortal.
Laurel: La intoxicación por laurel se manifiesta mediante vómitos y diarreas, pero puede llegar a afectar al corazón, y en este caso resulta mortal.
Rododendro: Esta planta contiene una sustancia tóxica llamada grayanotoxina que puede causar la muerte pocas horas después de su ingestión.
Zuzón: Es una planta muy venenosa que afecta específicamente al hígado del caballo hasta causar la destrucción progresiva de este importante órgano vital.
Tejo: El tejo causa un envenenamiento tan letal como rápido, existiendo casos en los que el animal se ha encontrado muerto aún con la presencia de hojas en su cavidad bucal.
Algas: Se encuentran en los estancos y su intoxicación causa temblores, dificultad para coordinar los movimientos e hipersensibilidad, el caballo puede morir en pocas horas.
Belladona: La intoxicación por belladona causa arritmias cardíacas, dilatación en las pupilas, temblores musculares, ceguera y convulsiones. Resulta mortal.
Digital: La digital es una planta que posee una importante acción sobre el corazón por lo que al afectar a un órgano de vital importancia puede causar la muerte en el caballo.
Cardos borriqueros: Para manifestar una intoxicación por esta planta el caballo debe haberla consumido en grandes cantidades durante un mínimo de 30 días. La intoxicación se advierte por parálisis facial y edema, causa la muerte del animal.
Brócoli y coliflor : No son vegetales venenosos pero sí pueden causar gases y cólicos en el delicado aparato digestivo del caballo, provocando alteraciones intestinales.
Hierba de Santiago: Es altamente tóxica y provoca daños irreversibles en el hígado del caballo.
Brionia: Causa diarrea, convulsiones, sudoración y aumento de la micción.
Hierba de Sudan: Afecta al sistema respiratorio del caballo hasta causarle la muerte por parálisis respiratoria. Otras plantas y alimentos tóxicos para el caballo
Adelfa
Ajenjo
Deladera
Helecho macho
Laburno
Ranúnculo
Botón de oro
Acónito
Alheña
Tomatera
Patatas
Pimiento
Cebolla
Hierba de Jacobo
Hiedra terrestre
Tuya
Beleño
Estramonio
Arce
Coníferas
Ciruelas damascianas
Abeto
Azafrán
Campanillas
Guisantes
Hortensias
Altramuz
Trébol rojo
Lirios
Euforbio
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