La mayoría de los humanos son buenos evitando acercarse a alguien que va con el ceño fruncido, pero ¿pueden los caballos interpretar nuestras expresiones igual de bien? La Dra. Katrina Merkies, investigadora y profesora asociada de la Universidad de Guelph y su equipo descubrieron que así es en un estudio que involucró a 20 ponis de escuela y un grupo de humanos, de profesión actores.
Antes ya se habían realizado investigaciones con tarjetas didácticas, pero este es el primer estudio que documenta la respuesta de los equinos a los que se les mostraron expresiones faciales felices, tristes, enojadas y neutrales en persona.
“En términos de comportamiento en general, el cerebro derecho procesa las emociones y, en particular, los estímulos negativos”, explica Merkies, “mientras que el cerebro izquierdo está más relacionado con las interacciones sociales y el comportamiento aprendido”.
Los caballos ven con el ojo izquierdo lo que hay en el lado izquierdo y con el ojo derecho lo que hay en el lado derecho y, a diferencia de los humanos, hay muy poca fusión en sus nervios ópticos y afirman que en realidad no tienen mucha visión binocular.
El nervio óptico lleva información del ojo al cerebro y cruza del ojo izquierdo al lado derecho del cerebro y del ojo derecho al lado izquierdo del cerebro. En los caballos, debido a que sus ojos están ubicados a los lados de la cabeza con una visión principalmente monocular, es fácil discernir que lo que ven con el ojo izquierdo se procesa en el cerebro derecho y viceversa.
Después llevarse a cabo un entrenamiento inicial con clicker con los ponis para que pudieran acercarse a los actores humanos; dos actores presentaron expresiones de alegría, tristeza, ira y neutralidad.
Como se planteó en la hipótesis, las caras enojadas y tristes dieron como resultado que los ponis miraran a los actores más a menudo con el ojo izquierdo primero. La mirada del ojo izquierdo se corresponde con el cerebro derecho, que es el encargado de procesar los estímulos negativos.
Por el contrario, los ponis miraban más a menudo la expresión alegre con el ojo derecho y, curiosamente, ¡la expresión facial neutral resultó en una reacción 50/50!
Los ponis también se relamían y masticaban más con caras neutrales, y enfocaban más sus oídos en el actor y se alejaban más de las expresiones alegres o tristes. Otra acción observada en el estudio incluyó la frecuencia cardíaca, que no se vio afectada por ninguna de las expresiones faciales presentadas.
“Creo que es importante tener en cuenta que aunque los caballos respondieron a las diferentes expresiones faciales y las distinguen claramente, eso no significa necesariamente que entiendan lo que estamos sintiendo o que sientan lo que sentimos”, dice Merkies. “Es posible que respondan más a una cara de enojo, pero eso no significa que sientan tu enojo y que se tengan en cuenta otras cosas, como la forma en que mueves el cuerpo y qué más sucede en el entorno”.
Merkies resume: “Muchas señales diferentes influyen en cómo responderá un caballo en cualquier momento, pero comprender nuestra expresión facial es importante para las interacciones sociales. Es interesante que las expresiones faciales estén muy conservadas en todas las especies, por lo que aunque podemos tener una fisonomía muy diferente (nos vemos muy diferentes), por ejemplo, un ratón en comparación con un caballo, en comparación con un ser humano, las expresiones faciales son bastante similares, lo cual es muy interesante y muy útil porque si puedes entender la expresión facial de otro ser o de otra especie, entonces puedes saber cómo responder apropiadamente.
Para ver la entrevista a la Dra. Katrina Merkies clica aquí: https://youtu.be/C9pRNsX6e1k
Para visitar el trabajo de investigación, ¿Pueden los ponis (Equus Caballus) distinguir las expresiones faciales humanas? publicado el 7 de septiembre de 2022, clica en el enlace https://www.mdpi.com/2076-2615/12/18/2331
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