Cualquiera que haya pasado bastante tiempo con caballos estará de acuerdo en que son muy perspicaces a la hora de leer y responder a las emociones humanas. De hecho, en estudios científicos, se ha probado que su capacidad para reconocer emociones en las voces y expresiones faciales de las personas es comparable a la de los perros y primates. Esto plantea la pregunta: ¿qué hace que los caballos sean tan eficientes en la lectura y respuesta a la emoción humana?
La respuesta a esta pregunta nos la trae el emergente campo científico de la Neurobiología Interpersonal, que postula que los caballos tienen la aguda capacidad de descifrar las emociones humanas porque poseen una abundante cantidad de una clase de células cerebrales conocidas como neuronas espejo.
¿Qué son las neuronas espejo?
Las neuronas espejo son una clase de células cerebrales que permiten a las personas reconocer y empatizar con la emoción vista en otros seres vivos. Esencialmente, nos brindan la capacidad de adoptar el punto de vista de otra persona y ver las cosas desde su perspectiva.
Para comprender completamente las neuronas espejo, es necesario primero tener una breve comprensión de las neuronas motoras. Las neuronas motoras son células que se activan cuando se realiza una acción específica. Por ejemplo, una célula se activará para levantar el brazo, una segunda se activará cuando agarre un chocolate y una tercera se activará para poner el chocolate en la boca.
Al examinar estas neuronas motoras en monos, los investigadores en Italia vieron algo bastante peculiar. Observaron que algunas de las neuronas se activarían no solo cuando un mono realizaba una acción, sino también cuando veía a otro mono realizar la misma acción. Esto fue sorprendente porque mostraba que estas neuronas estaban comunicando intención. Como lo describió el Dr. Ramachandran, un neurocientífico de San Diego, las funciones superiores estaban diciendo esencialmente "La misma neurona se está activando en mi cerebro como si estuviera alcanzando un plátano. Por lo tanto, ese mono debe estar pretendiendo alcanzar un plátano".
Las neuronas que se activan cuando no estamos realizando directamente una acción, sino observándola, son neuronas espejo, y son simuladores de realidad virtual propios de la naturaleza. Las neuronas espejo son responsables de cosas como la vergüenza ajena, sentir tristeza cuando otros lloran y asustarse cuando ves una película de terror incluso cuando sabes que no estás en peligro directo.
Caballos y neuronas espejo
En términos de neurobiología equina, se ha teorizado ampliamente que los caballos tienen la mayor cantidad de neuronas espejo en el reino animal y que el sistema mediante el cual perciben nuestras emociones es en gran medida similar al que se encuentra en los perros. Sin embargo, a diferencia de los perros, pocos estudios han investigado la conciencia de los caballos sobre las emociones humanas, pero los pocos que lo han hecho han demostrado resultados muy prometedores.
En este sentido, estudios recientes han indicado que los caballos están tan en sintonía con las emociones humanas que pueden detectar y recordar incluso los cambios más sutiles en las expresiones faciales. Más impresionante aún, los caballos podrían detectar incluso cuando el tono de voz de una persona es incongruente con su expresión facial (por ejemplo, alguien que sonríe mientras grita) y cuando es congruente (por ejemplo, alguien que frunce el ceño mientras grita).
Todos estos resultados son probablemente a consecuencia de las neuronas espejo y abren el camino para comprender a estos animales complejos y porqué son tan hábiles en la comunicación no verbal.
Una base evolutiva
La psicología evolutiva sugiere que los caballos son notablemente diestros en la comunicación no verbal porque son presa en la naturaleza. Por lo tanto, los caballos tuvieron que desarrollar formas de comunicarse entre ellos que no revelaran su posición a los depredadores. Se piensa que esta adaptación ha hecho que los caballos se vuelvan particularmente hábiles en la comunicación no verbal y en la lectura de emociones sutiles e incluso podría haber causado la maduración de neuronas espejo.
Caballos y humanos
La abundancia de neuronas espejo en los caballos significa que son especialmente empáticos y competentes en la construcción de relaciones entre sí y con las personas. El resultado de esto es que los caballos y los humanos pueden participar en comunicación social a nivel neurológico.
Como hemos visto, los caballos no solo pueden leer expresiones faciales humanas, sino que también pueden recordar el estado emocional previo de una persona. Esto solo es un logro impresionante, pero los caballos hacen otra cosa que rara vez se ve fuera de la cognición humana: adaptan su comportamiento de acuerdo con la emoción.
La inteligencia emocional de un caballo es tal que no solo leen y comprenden las emociones humanas, sino que recuerdan las emociones, las interpretan con precisión y ajustan su comportamiento en función de esta información. Además, los caballos pueden hacer todo esto incluso en personas con las que no han tenido interacción previa.
Aunque es ampliamente conocido que los caballos son animales socialmente inteligentes, esta ha sido la primera vez que algún mamífero mostró tener esta habilidad particular (aparte de los humanos). Esto significa que aunque los caballos y las personas no pueden comunicarse directamente a través del lenguaje, la línea de comunicación entre caballos y personas es excepcionalmente fuerte y coherente en comparación con otros animales.
Implicaciones
Estos resultados han tenido consecuencias de largo alcance, no solo en el mundo ecuestre, sino también en el de la terapia asistida por animales. Durante la última década, se ha vuelto cada vez más común servirse de caballos para ayudar a personas con duelo, trauma y otros tránsitos de la vida.
La lógica detrás de esto es que los caballos son particularmente buenos para captar las emociones más sutiles en las personas y ajustar su comportamiento para calmar las emociones adversas. Esto ayuda a las personas a aprender nuevas formas de autorregulación, ya que la naturaleza empática y aceptante del caballo en interacción con el paciente ha demostrado promover el bienestar psicológico positivo a través de la reducción del estrés.
Hay una abundancia de interacciones persona-caballo que se han considerado terapéuticas, que van desde actividades montadas (como montar a caballo) hasta actividades desmontadas (como pasar tiempo y cuidar de los caballos). De hecho, los antiguos griegos a menudo recomendaban montar a caballo para mejorar el bienestar psicológico y físico.
Mensaje final
Con todo esto se puede concluir que la naturaleza no verbal de la comunicación de los caballos, junto con la abundancia de neuronas espejo que poseen, les permite estar notablemente en sintonía con la emoción humana.
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