Hoy te traigo un artículo acerca de una de las lesiones más habituales y a la vez, más temidas: la tendinitis. Esta afección se da cuando las fibras de colágeno que componen el tendón se rompen parcial o totalmente. La tendinitis puede afectar a todos los caballos, aunque es más común verla en los caballos de deporte. Es difícil de curar completamente y requiere atención y cuidados especiales.
Causas:
La tendinitis se suele dar principalmente durante el ejercicio. La fatiga excesiva causada por un excesivo trabajo, o demasiado repetitivo o totalmente inusual es una causa común de la tendinitis. Aunque también pueden haber factores que influyan como una predisposición genética, una edad avanzada, el sobrepeso o tener desequilibrios hormonales.
Por lo tanto, es complicado predecir una tendinitis. Sin embargo, estos son algunos consejos para reducir los riesgos:
Evita que tu caballo trabaje en terrenos resbaladizos o blandos para reducir el riesgo de hiperextensión de los tendones.
Antes de las sesiones de trabajo, tómate un tiempo para calentar al caballo.
Un entrenamiento excesivamente intenso dañará las extremidades de su caballo
Mantén un cuidado de cascos regular y puntual para ayudarlo a equilibrar su pisada.
La tendinitis puede producirse en cualquier tendón, pero es más frecuente en los tendones de las extremidades, como el tendón flexor digital profundo (FDP) y el tendón flexor digital superficial (FDS).
Puedes cuidar los tendones de su caballo después de un ejercicio intenso con un bálsamo natural de plantas y aceites esenciales para reducir el riesgo de tendinitis.
¿Cómo se puede detectar una tendinitis?
Los primeros signos de tendinitis en los caballos pueden parecer bastante leves. Aunque los síntomas pueden variar según la severidad del problema y la ubicación del tendón afectado, los más comunes son:
Dolor y inflamación en la región afectada
Rigidez y falta de movilidad normal de la extremidad afectada
Cojera
Sensibilidad al tacto
Nódulos en el tendón afectado
Si ves estas señales en tu caballo, vale la pena darle unos pocos días de descanso para ver si mejoran estos síntomas. Si no es así y los síntomas continúan, consulta a tu veterinario para que haga un diagnóstico.
Le han dianosticado tendinitis, y ahora qué?
Por supuesto, lo primero va a ser seguir las recomendaciones de tu veterinario en referencia al tiempo de reposo que necesite el caballo. A veces no es necesario un reposo absoluto en cuadra, a menudo se indica un paseo, pie a tierra, al paso diario por terreno duro para que el caballo no pierda la forma física totalmente.
Puedes ayudar a tu caballo a recuperarse dándole suplementos a base de plantas con efectos antiinflamatorios. Consulta con tu veterinario si puedes aplicar vendas, bolsas de hielo o arcilla para aliviar y ayudar a regenerar el tejido.
En muy pocas ocasiones se opta por una intervención quirúrgica porque se considera la opción de último recurso, teniendo en cuenta que conlleva riesgos y un periodo de recuperación más largo.
Como siempre digo, más vale prevenir!! Y como a veces una tendinitis puede venir de una acumulación de tensiones en la musculatura de la parte superior del cuerpo, lo mejor es hacer sesiones regulares de Método Masterson para que no se haga una bola de nieve!
Si tu también sabes que es mejor prevenir que tener que hacer reposo forzoso, contáctame para pedir una cita para tu caballo!
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